En los últimos años, el calzado barefoot o minimalista se ha vuelto muy popular entre los deportistas y amantes del fitness.
Este tipo de calzado imita la sensación de caminar descalzo, permitiendo una mayor libertad de movimientos y fortalecimiento de los músculos de los pies y piernas.
Así que la respuesta fácil es: Sí, el calzado Barefoot es perfecto para el gym y estos son los movitos 👇
¿Qué encontrarás aquí?
Beneficios del calzado Barefoot para el deporte
Movilidad, propiocepción y fuerza mejoradas
Uno de los principales beneficios de utilizar zapatillas barefoot durante el entrenamiento es la mejora de la movilidad, la propiocepción y la fuerza en los músculos de los pies y piernas.
Al no tener una suela gruesa que amortigüe los impactos, el cuerpo necesita adaptarse y fortalecerse para absorber el impacto al correr o entrenar con este tipo de calzado.
Esto puede llevar a una mayor estabilidad y equilibrio, así como a una técnica más eficiente y natural.

Comodidad, flexibilidad y transpirabilidad
Otro de los grandes beneficios del calzado Barefoot para el gym es la libertad que ofrece para realizar cualquier ejercicio, salto, giro o postura. Al final, es como no llevar nada en los pies.
El único problema que puede tener es que el forro suele ser de malla y cualquier pesa u objeto que se te caiga en el pie, impactará muy fuerte. Aunque, con unas zapatillas deportivas normales tampoco te librarías del golpe.
La comodidad es un factor muy relevante porque ayuda a no cansarte de más por no llevar el calzado correcto y a evitar la sobrecarga muscular.
Y por último, la transpirabilidad que tiene casi el 100% de todos los zapatos respetuosos para gym, que evitan hongos, bacterias y ese tipo de enfermedades que surgen con el sudor de los pies.
¿Cómo afectan las zapatillas Barefoot a la sobrecarga muscular?
El uso de zapatos Barefoot para gym puede ser beneficioso para la sobrecarga natural. Hay que tener en cuenta que le estás quitando un “peso” al cuerpo y a los pies. El sobreesfuerzo se reduce bastante.
Como recomendación, no comiences a llevar calzado respetuoso en el gym directamente, haz unos días de adaptación con paseos cortos o para recados, y que así tus pies se acostumbren a la sensación.




























